Racismo institucional en Lanzarote
JUAN GARCÍA LUJÁN.
La alegría por la victoria de Uruguay en la Copa de América no le duró mucho a José Morales. Pudo ver el partido después de pasar la noche en los calabozos de Arrecife. Se lo tomó como el castigo que hay que recibir cuando se lleva mucho tiempo de revoltoso, las leyes sirven para convivir en democracia o para amedrentar al que se sale del rebaño. Pero la notificación que le llegó este lunes del Ministerio del Interior es mucho más grave de lo que esperaba: Jose Morales debe presentarse este martes a las 11 de la mañana en la Brigada de Extranjería de Arrecife de Lanzarote. Lo acusan de cometer una infracción grave y una muy grave que están recogidas en la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana 1/92. El ciudadano uruguayo residente legalmente en Lanzarote des de el año 2005, con una hija conejera de cinco años, podría ser expulsado de España.
Los hechos son claros y rotundos. El pasado viernes una treintena de ciudadanos se manifestaron pacíficamente por las calles de Arrecife de Lanzarote. Se le daba la bienvenida a doce niños saharauis que llegaron en el programa Vacaciones en Paz. Algunos periodistas hacen foto de la concentración, pero un hombre hace foto de cada niño, de cada saharaui, de cada manifestante. A los organizadores de la concentración la cara les suena. José hace foto de la concentración y del singular fotógrafo. El singular fotógrafo le quita la cámara a José Morales, y este reacciona volviendo a recoger su cámara.
Un manifestante le pregunta al singular fotógrafo: ¿para quién trabajas?¿Por qué haces fotos de los niños? El singular fotógrafo se pone nervioso y enseña una pistola. Esto provoca una indignación mayor. El fotógrafo y una compañera suya se meten en una cafetería. La policía local que vio el incidente entró al bar, y allí el fotógrafo le enseña su placa de policía. Los agentes municipales salen fuera y le explican a los manifestantes que el singular fotógrafo es policía nacional y que hacía fotos porque ese era su trabajo. El policía-fotógrafo y su compañera se van de la cafetería escoltados por la policía local.
El sábado por la mañana José Morales acude al juzgado de guardia de Arrecife y denuncia los hechos. Deja constancia de que un señor hizo fotos a unos manifestantes pacíficos. Los saharauis saben que Marruecos toma represalias contra los familiares de quienes se manifiestan en Canarias a favor de la autodeterminación de su pueblo, por eso Morales pretende que el juzgado llegue hasta el fondo en el incidente protagonizado por un policía que en ningún momento se identificó de forma reglamentaria ante los concentrados.
Apenas 8 horas después de que José Morales presentara la denuncia en el juzgado, dos policías de paisano lo localizan en una manifestación del movimiento 15 M, le piden la identificación. José muestra su carné y los policías le dicen que está detenido por alteración al orden público y atentado a la autoridad. Morales pasó la noche en los calabozos de la policía y fue puesto en libertad el domingo a las 11 de la mañana después de declarar en el juzgado.
Estos son los hechos que me contaron varios manifestantes. El director Insular en Lanzarote, Orlando Suárez, declaró a la agencia de noticias ACN que el policía que hacía las fotografías de los saharauis “estaba haciendo su trabajo”. El representante del gobierno del Estado dijo que “los saharauis siempre han sido muy correctos en su comportamiento”. Si siempre han sido correctos y pacíficos ¿qué hace un policía haciendo fotografías de unos manifestantes?¿ A quiénes se las va a mandar? ¿Por qué si José Morales agredió al policía y lo insultó no fue detenido en ese momento? ¿Por qué lo detienen horas después de que Morales denunciara al policía?
Los artículos que pretenden aplicar a José Morales para expulsarlo de España considera que “las infracciones tipificadas en los apartados a, b, c, d, e, f, h, i, l, n, p y q del anterior artículo, podrán ser consideradas muy graves, teniendo en cuenta la entidad del riesgo producido o del perjuicio causado, o cuando supongan atentado contra la salubridad pública, hubieran alterado el funcionamiento de los servicios públicos, los transportes colectivos o la regularidad de los abastecimientos, o se hubieran producido con violencia o amenazas colectivas.”
Parece que José Morales no provocó nada de eso. Los testigos de la concentración dicen que el momento violento se vivió cuando el policía sin mostrar su placa arrebata la cámara a un manifestante y además enseña su pistola. Sin embargo, la policía se decide a realizar las acusaciones a Morales después de que éste denunciara los hechos en el juzgado. Si mañana deciden retirar los permisos de trabajo y residencia a José Morales y dar el primer paso para expulsarlo, estaremos ante un caso de abuso del Estado sobre un ciudadano que es más débil por su condición de extranjero. Que le pregunten al presidente gomero Casimiro Curbelo cómo hace los informes la policía cuando tiene un conflicto con un ciudadano.
Aquí no estamos ante un senador, sino ante un inmigrante integrado en la sociedad lanzaroteña, y conocido por su activismo social. Decía esta mañana en El Correíllo López Aguilar que hay que frenar el avance de la ultraderecha y de los xenófobos en Europa. Pues ya puede empezar mirando las declaraciones de Ignacio González, socio del gobierno del PSOE, que dice que los inmigrantes traen enfermedades y que hemos vivido una invasión de pateras. Y, ya puestos, también podría investigar López Aguilar a qué ideología responden los que amparan el racismo institucional que están cometiendo los que fotografían a niños saharauis o expulsan a un ciudadano uruguayo de Lanzarote.
Fuente: canariasahora.es
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