Manifiesto contra la propuesta de expulsión del activista pro saharaui José Morales Brum y la criminalización del movimiento de apoyo al pueblo saharaui
27 de julio de 2011
José Morales Brum, activista uruguayo residente en Lanzarote (Islas Canarias), se enfrenta a una propuesta de expulsión, tras los altercados protagonizados por un policía nacional durante una concentración pacífica en defensa de la causa del pueblo saharaui. Los hechos son los siguientes:
Viernes, 22 de julio de 2011: El colectivo saharaui en la isla de Lanzarote había convocado una concentración en la Calle Real de Arrecife para recibir a los 12 niños saharauis que han llegado a pasar las vacaciones a Lanzarote y reclamar justicia en el caso de Said Dambar, el joven saharaui asesinado en El Aaiún, en diciembre, por un disparo de la policía, de cuyo fallecimiento se cumplían siete meses. El agente, de paisano, con gorra y equipo de fotografía, se encontraba sacando fotos a los menores y a los familiares del joven asesinado Said Dambar, entre otros asistentes a la concentración. Esta persona, de la que se desconocía que fuera policía, suele encontrarse en los alrededores de todas las concentraciones que se organizan a favor de la causa saharaui. José Morales le respondió sacándole fotos a su vez. La persona no identificada le propinó un empujón intentando quitarle la cámara, el activista se resistió.. El atacante fue increpado por los asistentes a la concentración, que en un principio pensaron se trataba de un delincuente común que intentaba robar. Al verse rodeado, el agente de incógnito gritó a los manifestantes que era policía y blandió su arma reglamentaria apuntando a José Morales y a otros manifestantes. Acto seguido el agente secreto se dirigió al interior de una cafetería, en la que permaneció hasta la llegada de la policía local. En ningún momento se identificó con una placa.
Sábado 23 de julio de 2011: José Morales formaliza en el juzgado de guardia denuncia por los hechos ocurridos el día anterior. Apenas 8 horas después cuatro policías de paisano lo localizan tras la finalización de una manifestación del movimiento 15 M, le piden la identificación, él muestra su carné y los policías le comunican que está detenido por alteración del orden público y atentado a la autoridad, Morales pasó toda la noche en los calabozos.
Domingo 24 de julio de 2011: Tras comparecencia ante el juez es puesto en libertad provisional sin fianza.
Lunes 25 de julio de 2011: Agentes notifican a José Morales citación para que se presente en la Brigada de Extranjería que ha emitido propuesta de sanción en base a la Ley Orgánica 1/92 por infracción grave recogida en el Art. 23 h) (provocación de reacciones en el público que alteren o puedan alterar la seguridad ciudadana) y considerada muy grave según el artículo 24 de la misma Ley.
Martes 26 de julio de 2011: Una vez personado, José Morales a las 11:00 horas, le es comunicada la resolución de la propuesta de sanción, deviniendo en apertura de expediente de expulsión en base a lo prevenido en el Art. 28 de la Ley Orgánica 1/1992 -En casos de infracciones graves o muy graves, las sanciones que correspondan podrán sustituirse por la expulsión del territorio español, cuando los infractores sean extranjeros, de acuerdo con lo previsto en la Legislación sobre Derechos y Libertades de los Extranjeros en España. Plazo de recurso en vía administrativa de 48 horas.
El representante de la Dirección Insular de la Administración General del Estado en Lanzarote manifestó que “los saharauis siempre han sido muy correctos en su comportamiento”. Si siempre han sido correctos y pacíficos ¿qué hace un policía haciendo fotografías de unos manifestantes? ¿Para qué las quiere? ¿Por qué si supuestamente José Morales agredió al policía y lo insultó no fue detenido en ese momento? ¿Por qué lo detienen horas después de que Morales denunciara al policía? ¿Se ha abierto expediente al policía?
Esta acción emprendida contra José Morales, activista pro saharaui, sindicalista, miembro del Partido Comunista de Uruguay y de Espacio Sahara en Lanzarote, es a todas luces desproporcionada, ya que de los hechos no se desprende la gravedad necesaria como para no dar la oportunidad de juzgar a un ciudadano por la vía jurisdiccional adecuada, y expulsarle como se pretende llevar a cabo. Estas acciones contienen un trasfondo político hostil a la causa saharaui que trasciende el carácter personal del hecho en sí mismo.
Si en España no se permite el ejercicio a una tutela judicial efectiva, largo es el camino que nos queda por recorrer en cuanto a la consolidación de un estado democrático y de derecho.
Los firmantes de este manifiesto expresamos nuestro más absoluto rechazo a la criminalización de los movimientos solidarios con la causa saharaui y a la persecución de sus activistas, con quien nos solidarizamos.
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